La creación de Dios no está ahí solamente para responder a nuestras necesidades. Nosotros, los humanos, formamos parte integral de la naturaleza y de los ecosistemas en los que vivimos. Es la mentalidad de la dominación la que nos ha llevado a la crisis que enfrentamos hoy: una crisis en la que están profundamente interconectadas la injusticia del medio ambiente y la injusticia social.
Cuando vemos que el grito de la Tierra y el grito de los pobres están interconectados, nos damos cuenta que nuestras respuestas a ambos no pueden separarse. Cuando reconocemos cómo estamos cómodamente instalados en la crisis, estamos llamados a profundizar nuestra conciencia de nuestra interconexión con toda la creación y a identificar cuáles son las decisiones que debemos tomar para que nuestro planeta y nuestra gente puedan vivir dignamente. Cada uno de nosotros puede hacer algo, aunque ese algo pueda parecer muy pequeño.
Este año el tema del Día de la Tierra, “Invertir en nuestro planeta”, nos invita a todos a que hagamos lo posible para preservar y proteger nuestro mundo.
Las religiosas de Nuestra Señora de Sión se esfuerzan por vivir los valores de una ecología integral y trabajan para educar, defender y actuar a favor de nuestro hogar común, la Tierra.
Ilustraciones de Sor Victoria Nabil, NDS