Con estas palabras, la hermana Oonah O’Shea, de la congregación de Nuestra Señora de Sion, comenzó su mandato como presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), al término de la reunión de delegadas celebrada los días 12 y 13 de mayo. La reunión siguió a la 23ª asamblea plenaria celebrada en Roma del 5 al 9 de mayo.
La asamblea fue una oportunidad para que más de 900 superioras generales de congregaciones de 75 países reflexionaran sobre la realidad de la vida consagrada en sus respectivas partes del mundo. Guiadas por el tema “La vida consagrada: una esperanza que transforma”, las participantes compartieron sus propias historias de compromiso creativo con el Evangelio y de cómo llevan luz y esperanza a nuestro mundo, donde tan a menudo prevalece la oscuridad. El método de discernimiento de la “Conversación en el Espíritu”, adoptado para los trabajos, contribuyó a profundizar el sentido de comunión entre los presentes
“La esperanza y la energía eran palpables en la sala de conferencias”, dice la hermana Oonah, “mientras escuchábamos las historias compartidas por las hermanas sobre su servicio a los marginados de nuestro mundo, así como los informes sobre las numerosas iniciativas y programas de la UISG”.
Inspiradas en las encíclicas Fratelli Tutti y Laudato Si del difunto papa Francisco, las miembros de la UISG y las hermanas de sus congregaciones están sembrando semillas de esperanza en todo el mundo a través de diversas iniciativas.
Hay muchos proyectos en marcha para apoyar a las personas vulnerables, especialmente a las mujeres explotadas por la trata, los niños desfavorecidos y los migrantes.
También están muy extendidos los proyectos que siembran esperanza para el planeta. Su objetivo es animar a las personas a reorientarse para vivir los valores de la conservación y el cuidado de la Tierra, y promueven una ecología integral que ve la interconexión entre las cuestiones medioambientales, económicas, políticas, sociales, culturales y éticas.
Además, la asamblea puso de manifiesto el papel de las religiosas en el acompañamiento de las personas en su búsqueda de sentido y propósito en la vida, a través de procesos de reflexión arraigados en la esperanza.
Junto a sor Oonah, sor Graciela Francovig, superiora general de las Hermanas Hijas de Jesús, es la nueva vicepresidenta, y diez líderes congregacionales de diversas áreas geográficas fueron elegidas miembros del consejo ejecutivo.
Nuestra Señora de Sion ha desempeñado durante mucho tiempo un papel activo en la vida de la UISG. La Hna. Oonah tiene experiencia previa como miembro del consejo ejecutivo entre 2013 y 2016, mientras que la Hna. Mary Babic ha servido más recientemente durante el mandato 2019-2022. Anteriormente, la Hna. Patricia Watson contribuyó al trabajo del consejo en la década de 1990, y la Hna. Kay MacDonald aportó su liderazgo como cuarta presidenta de la UISG, cargo que ocupó entre 1983 y 1986. El compromiso de Sion con la Unión se remonta aún más atrás, a sus propios inicios. En 1965, tras el Concilio Vaticano II, Notre Dame de Sion fue una de las congregaciones pioneras que ayudaron a dar vida a la UISG.
La Hna. Maureen Cusick NDS, antigua miembro del consejo y presidenta de 2009 a 2010, recuerda su experiencia en la UISG como un privilegio. “Fue un gran regalo trabajar con estas mujeres fantásticas, generosas y talentosas de todo el mundo”, recuerda.
La Hna. Maureen se hace eco de las voces de sus compañeras al felicitar a Oonah “por asumir este importante cargo para la Iglesia y representar a nuestra congregación”.
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Hna. Oonah O’Shea elegida Presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales
Comunicado de prensa Plenaria 2025 de la UISG: una esperanza que transforma