Compasión, acción y una conversación diaria con Dios

por Sor Anne Mc Nally

Como religiosa, me comprometo a rezar a diario, utilizando el Breviario que contiene los Salmos bíblicos, y leyendo los Testamentos de la fe judía y cristiana.

Aunque rezo sola, lo hago en unidad con numerosas otras personas en todo el mundo que también oran. La relación con el Espíritu, sea cual sea su definición, conlleva aceptar que hay un misterio en nuestras vidas. El Breviario, que leo a diario, contiene los Salmos y una selección de lecturas de las experiencias recogidas de aquellos Patriarcas, Reyes y Pueblos que han vivido en nuestro mundo. Mi tiempo de oración es una conversación íntima con Dios, comoquiera que se defina, a quien, haciendo votos, he dedicado mi vida. Comparto mis preocupaciones, alegrías, tristezas, esperanzas, simplemente la vida en general. Este momento suele durar alrededor de una hora.

La relación con el Espíritu conlleva aceptar que hay un misterio en nuestras vidas

La Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Sion, a la que me uní, trabaja principalmente en la educación. Antes de ingresar, yo estaba muy implicada en la Acción Católica, en la Juventud Obrera Cristiana; profesábamos con orgullo: “Un mundo nuevo a través de una juventud nueva”. Dábamos por sentado que Dios podía obrar a través de nosotros y que nuestras acciones traerían un mundo mejor. Sigo sintiendo que participo del ejercicio del bien sobre tantas injusticias. Si mi acción no produce los resultados que espero, acepto que puede haber un desfase temporal. A menudo el valor de nuestras actividades se revela mucho después de que hayan tenido lugar, si es que se revela. Tal vez ver el éxito no es lo importante, sino que lo que importa es que realicemos alguna acción, por pequeña que sea.

El objetivo de la Congregación en la sociedad es trabajar por un mayor entendimiento entre cristianos y judíos. El Concilio Vaticano II expresó nuestra deuda como católicos romanos con la fe judía en el documento Nostra Aetate.

Ver el éxito no es lo importante

Vivo en una gran ciudad industrial que tiene dos famosos equipos de fútbol: el Manchester United y el Manchester City. El Manchester United es mi equipo favorito. Al ver las multitudes que se reúnen para un partido, no cabe duda de que Manchester es multicultural, hay un solo mundo. Ante las atrocidades contra cualquier grupo, todos se reúnen para expresarse unos a otros su tristeza por las pérdidas sufridas, como se vio en el Manchester Arena en 2017, cuando veintidós jóvenes murieron. El sentimiento de conmoción y el espíritu de oración eran evidentes, la multitud estaba totalmente unida en el dolor. La oración era silenciosa, pero palpable.

La compasión parece una buena manera de permitir que el Espíritu actúe a través de nosotras

En Soñemos juntos, el Papa Francisco es realista al afirmar que hay muchas cosas en nuestro mundo que deben abordarse: el cambio climático, la preocupación por las naciones más pobres. Karen Armstrong, en su historia de las religiones La Gran Transformación, dice que en la Era Axial 1600-900 a.C., la gente descubrió el valor de la compasión en lugar de hacer la guerra. Lo que importaba no era lo que creías, sino cómo te comportabas.

Originalmente, como congregación internacional hemos tenido escuelas en varios países. Hoy en día el trabajo que realizamos depende de las habilidades especiales de las hermanas y de responder a las necesidades que surgen. Apreciar nuestras raíces judías en el cristianismo es enriquecedor para apreciar la obra del Espíritu en nuestro mundo. Nuestra visión es amplia, es difícil ver resultados, pero la compasión parece una buena manera de permitir que el Espíritu actúe a través de nosotras.